Diez años después…
Se supone que este día iba a ser especial, muy especial. Pero no, no a sido especial solo un día mas… bueno me presento soy Angy una chica de nueva york. Vivo a las afueras de esta gran ciudad. Me muevo con gente muy especial que destacan por sus formas de vestir, de ser, de expresarse… es decir gente como yo libre de guiarse por los patrones de la moda. Yo quería presentaros a mi mejor amigo, Madara, se ya sé que pensareis que es un nombre algo raro pero a mí me gusta. Pues bien este es mi mejor amigo la persona que con mirarme comprende lo que pasa.
En fin yo quería contaros algo que me paso. Es que hacer mas de 10 años salimos de fiesta Madara y yo cuando nos cruzamos con un grupo de góticos y nos dijeron si queríamos ir con ellos a una fiesta dark… la verdad es que yo estaba un poco asustada pero eran mi mejor amigo y un grupo de gente que se movía por el barrio así que me quite los miedos y fuimos a la fiesta. Yo todavía no sabía lo que me esperaba…
Cuando llegamos nos encontramos con un montón de gente cubierta con túnicas negras. Al entrar nos las hicieron poner, yo volví a asustarme solo que ahora el motivo era evidente. Comenzamos a entrar y entonces vimos a todo el mundo haciendo un círculo en el centro del salón. Lo que allí había era un círculo con la estrella de David hecho a base de sal y velas. Entonces entro una chica con una túnica negra y morada como las que nosotros llevábamos… cuando de repente se quiero la caperuza puntiaguda que todos llevábamos y le vimos los colmillos de vampiro, yo me asuste todavía más si cabe. Quería irme de allí. Pero los chicos con los que habíamos ido me dijeron que no podía salir nadie hasta no a ver bebido de la sangre del humano que esa misma noche en ese mismo momento se iba a derramar ante nosotros.
Fue entonces cuando Madara me dijo que no tuviera miedo que el ya lo había hecho más de una vez y que no pasaba nada aun que de vez en cuando necesitase un poco de sangre para saciar su sed. Pasadas 2 horas allí nos encontrábamos bebiendo la sangre de aquel pobre humano que sacrificaron…
Después de tanto tiempo todavía no he conseguido olvidarlo será porque ahora soy yo quien lleva la voz cantante en esos rituales o ceremonias.
Sea por lo que sea fue la puerta a la vida que llevo ahora… pero ¿sabéis que? Esto me encanta es perfecto soy poderosa. Invencible, que quiere el poder de la vida y la muerte…
Después de aquella noche me empecé a encontrar mal, desfallecida como si me faltase algo para seguir viva. Fue entonces cuando llame a Madara para preguntarle si era normal o que era lo que me estaba pasando. El me dijo que era normal que lo único que necesitaba era beber más sangre humana que así me sentiría mejor.
Así que esa misma noche fuimos a otra fiesta para volver a beber sangre de otro inocente… pero aquella noche fue especial paso algo diferente… yo no tuve miedo al entrar en el salón sino todo lo contrario estaba deseando entrar i beber más sangre. Me notaba el corazón acelerado y estaba entusiasmada de que llegaría el momento que la sangre rozase mis labios y callera por mi garganta para así volver a sentirme viva.
Cuando bebí de la sangre de aquel humano sentí que me vida y algo de mi comenzaban a cambiar. Madara y yo volvimos juntos a casa. Cuando mientras me acompañaba a la puerta me dijo: mañana procura no salir mucho a la calle te dolerá todo… y por cierto te empezaran a cambiar los ojos y los colmillos, así que dile a tu familia que son lentillas de los colmillos apenas se darán cuenta ya te iré comentando más detalles.
Todo cambio muy rápido desde entonces más rápido de lo que yo me esperaba, cada día que íbamos a la fiesta más y más aumentaba mi sed de sangre. Hasta que 2 años después se produjo el cambio completo ya no era una chica más que no se dejaba guiar por modas ni nada por el estilo… me había convertido en una Vampiresa.
Tras mucho consejos de Madara y mucho tiempo pensando en cómo podría parar eso, solo seme ocurrió acudir a la mansión para hablar con la dama de ceremonias que cada fin de semana nos daba de beber sangre inocente… al llegar allí vi a un chico moreno con unos ojos azul intenso, su mirada era penetrante me acerque a él y le pregunte:
-¿Dónde está la dama de ceremonias?
-En un ataúd descansando esperando que llegue la hora de volver a beber sangre… me respondió riendo.
-Muy gracioso, respondí, pero me gustaría hablar con ella si no es mucha molestia. Le dije.
-Enseguida le digo que venga, me dijo. Por cierto me llamo Wander.
- Mi nombre es Angy, respondí.
...CONTINUARA...[i]